Luces, cámara y porros

Escrito por el 14 octubre, 2019

El tan extenso mundo del cine y la marihuana, son otros de los elementos que muchos adeptos al entretenimiento buscan combinar. Más de un fanático del séptimo arte ha recurrido a enrolar un batecito mientras disfruta de la legendaria obra The Wall, así como otras obras fundamentales, ya sea La Naranja Mecánica y por qué no: Dumbo o Fantasía.

Aunque claro está, no todo ha sido color de rosa en esta idílica relación. Por mucho tiempo hubo ciertos ataques estereotipados, donde algunos autores también colocaban como personas retrasadas a aquellos que son asiduos al cannabis. Otros casos sí abordan la práctica como algo normal, casual y del momento, pero bueno, todo también queda sujeto a la postura de cada espectador.

Estilos varios

Con temáticas que pueden abordar casos de la vida real, la cual en muchas ocasiones supera a la misma ficción, hay piezas de piezas que al tener como eje central al cannabis, ya incurren en abordar el cuerpo de la película con lo relacionado a su mundo ilícito. Muestra de ello es la obra Mr. Nice del 2010, según lo citado por alchimiaweb.com. Allí exponen el traslado de la merca desde Pakistán a Estados Unidos por parte de un controvertido dealer.

El Expreso de Medianoche (1979) también señala el caso del prohibido mercado en países de corte islámico, en este caso Turquía; así como “Kid Cannabis”, la cual aborda la ligereza de Canadá en este tema, pero que igual cita los riesgos que implica adentrarse en este mundo si se va por los caminos del mundo negro.

Otras muestras como la francesa Paulette, Blow de Johny Depp y Penélope Cruz, de corte más dramático; se entremezclan con aquellas que abordan la temática con más humor de lo normal. También se analiza en las épocas donde salen en estreno, aunque de las que más se recuerden está la “Pineapple Express” del 2008, donde Seth Rogen, James Franco y un reparto de primera, nos hacen reír a más no poder con sus ocurrencias y todos los disparates que surgen, después de una cadena de malos entendidos.

Ted” del 2012 es otra de las clásicas piezas, donde el tema de la marihuana no es el plano central, sino todo lo que hace el personaje de Mark Wahlberg con su peculiar osito de peluche. Sin embargo, cuando están “colocados”, es donde más carcajadas arrancan del público.

Se les suma Soul Plane con el afamado adepto a la hojita verde, Snoop Dogg; pasando por otras de un corte muy violento a como siempre nos ha acostumbrado el director Oliver Stone y su obra “Salvajes”.

La modalidad de los documentales no escapa a lo del cannabis, como por ejemplo la parodia “Super High Me”, pero esa modalidad la abordaremos en una muy próxima ocasión.

Entre gustos y colores

No obstante, autores de blogs como Edgar Medrano de shock.co, relata que así como las películas no son un retrato fiel sobre el sexo, las relaciones o perder la virginidad, tampoco son muy precisas en el tema del cannabis. Añadió variopintos ejemplos que abarcan desde la comercial saga de Transformers a American Beauty, The Breakfast Club, entre otras.

También en otras páginas web hacen recomendaciones de películas para ver fumado, claro está y como lo refleja pevgrow.com, dependiendo del tipo de marihuana que consumamos, el efecto será diferente, pero lo cierto es que por lo general y siempre que sea de forma controlada, probar a ver películas cuando se ha consumido cannabis, tiene un lado más que divertido y también filosófico.

¿Qué pasó ayer?, Tonto y retonto, Dos tontos en fuga, son para reír y bastante, aunque no por ello se dejen de recomendar clásicos como Requiem, La Caja, El Juego, Ciudad de Dios, entre otras de un corte dramático que pone a pensar y filosofar a más de uno.

Opciones hay y son innumerables. Solo es cuestión de escogencias y tener a la mano aparte del porro, una buena bolsa de golosinas, gaseosas y listo, a disfrutar del séptimo arte.


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