De qué se habla en España por la regularización de la marihuana

Escrito por el 19 octubre, 2019

En España cuando se toca el tema de la regularización de la marihuana, sale a la palestra la defensa de las libertades individuales, la salud pública, la ineficacia de la legislación actual y su potencial como negocio para el país.

Estas son las razones que Íñigo Errejón y el diputado regional de Más Madrid, Jorge Moruno han esgrimido en una tribuna publicada en El País, sus respectivas apuestas para la legalización del cannabis en la tierra ibérica.

Y es que según lo ha explicado, desde Más País apuestan «por la legalización del cannabis medicinal y recreacional, sin pasar por etapas», proponiendo una regulación integral.

A la espera

Pablo Cantó, autor en la web verne.elpais.com, repasa reconocidos tweets de algunas figuras de la política española, como por ejemplo el prenombrado Íñigo, quien alega “Necesitamos de forma urgente en España una regularización del cannabis: es una inmensa oportunidad económica y de desarrollo para nuestro país, y también para la defensa de nuestra salud y libertades”.

Más País se suma así a la lista de partidos que han planteado alguna forma de regularización de la marihuana en España, ya sea medicinal, recreativa o ambas. Antes lo hicieron otras toldas como Podemos, PSOE o Ciudadanos.

Hace justo un año, después que Canadá se convirtiera en el primer país del G20 en legalizar el uso recreativo del cannabis, Podemos organizó en el parlamento el foro “Hacia una Regulación Integral del Cannabis en España”, en el que defendían una regularización en la que el Estado fuera el encargado de otorgar licencias para la plantación, producción y venta.

Estas propuestas de Podemos –donde por aquel entonces militaba Moruno– son similares a las que han aplicado países como Uruguay, Canadá y algunos estados de los Estados Unidos.

También son similares a las que defienden Moruno y Errejón en su tribuna: “La regulación está pensada para proteger mejor la salud y la seguridad de los usuarios, alejar el cannabis de los menores y mantener los beneficios fuera del mercado negro. La regulación integral del cannabis es más justa, más eficaz y supone una oportunidad económica”.

Hoy día en España

Dicho autor remarca varias interrogantes, como por ejemplo ¿Cuál es la situación actual en España? ¿De qué se habla cuando se habla de regular? ¿Qué tipos de regularización existen?

Aunque Errejón y Moruno no han presentado una propuesta concreta de legalización, desde su partido apuntan a un modelo similar al que han aplicado países como Canadá, Uruguay o el estado de Colorado: una regularización integral, tanto para uso recreativo como medicinal, en la que se cultivaría, procesaría y comercializaría el cannabis de forma legal, pero con un control por parte del Estado, similar al que se ejerce en el alcohol o el tabaco.

Alegan que después se venderían los derivados en lugares como farmacias y, al contrario de lo que sucede en Uruguay, las dosis para el uso recreacional en «otro tipo de dispensarios».

Este modelo –que también defiende Podemos– es uno de los caminos hacia la legalización, pero no el único. En otros países como Israel y más de 30 estados de Estados Unidos, solo se ha legalizado el uso terapéutico: es legal la producción de marihuana –con licencia gubernamental– y la venta, con receta, en puntos de venta especializados. Este es el modelo que también ha defendido Ciudadanos para España en alguna ocasión.

Otro modelo posible es el que permite la compra y consumo en lugares determinados y con límite de compra, aunque esto no implique que la producción sea legal.

El autor apunta a Martí Cànaves, director de DMT Advocats y abogado especializado en cuestiones relacionadas con el cannabis, quien le explicaba que este modelo es el aplicado en Países Bajos, donde se vende marihuana únicamente en los coffee shops –solo a mayores de edad y con límite de compra de cinco gramos– mientras que “el Estado hace la vista gorda sobre cómo llega la marihuana a los coffee shops”.

Actualmente, en España no se puede consumir, cultivar ni vender marihuana de forma legal, aunque hay algunas excepciones. Cànaves explica que según la Ley 17/1967, el consumo de esta planta es ilícito tanto en el ámbito público como en el privado, si no está prescrito por un médico. El consumo y posesión no tiene ninguna sanción, salvo que se realice en la vía pública.

El cultivo en un espacio privado para propio uso no es legal, pero no está penalizado, salvo que se encuentre en la vía pública o sea visible desde esta. Sí es legal plantar marihuana en España para su uso medicinal, pero solo para su consumo en el extranjero. La venta y tráfico sí están penados: de uno a seis años de cárcel, según el tamaño de la plantación incautada.

Aparte, la planta de la marihuana no está considerada como un medicamento y por tanto no puede recetarse, pero sí productos con los principios activos del cannabis.

Sugerencias

El médico y miembro de la Sociedad Española de Investigación Sobre Cannabinoides (SEIC) José Martínez Orgado, explica que “las sustancias químicas que producen los efectos de la marihuana, llamados cannabinoides; pueden extraerse para hacer medicamentos, e incluso producirse de forma sintética».

«Se necesita una autorización por parte de la Agencia Española del Medicamento», explica Martí Cànaves. «Para conseguirla, tienes que tener un contrato con una empresa extranjera autorizada y en el que se refleje la cantidad de cannabis que solicitan, que es el límite que podrás plantar», cuenta el jurista.

Todo “light”

En España también está en el ambiente la marihuana “light”, que puede comprarse en algunas tiendas físicas y a través de internet.

Este tipo de cannabis se conoce como «marihuana CBD» debido a que su principal cannabinoide es el cannabidiol (cuyas siglas son CBD), que a diferencia del THC (tetrahidrocannabinol) no tiene efectos piscoactivos.

«Según Naciones Unidas, lo que diferencia el cannabis legal del ilegal es es el índice de psicoactividad de la planta», explica a Verne Martí Cànaves. Si no contiene THC, la marihuana no se considera estupefaciente.

En España se permite el cultivo de cáñamo no estupefaciente, incluso sin licencia, cuando el THC tiene una concentración inferior al 0,2% en la planta. Estas plantas y sus cogollos pueden venderse, pero ahí es donde este producto entra en un limbo legal, ya que existe un Real Decreto (579/2017) que regula la fabricación y comercialización de los «productos a base de hierbas para fumar».

Según este decreto, estos deben llevar un etiquetado similar al de tabaco, advirtiendo sus efectos nocivos y prohibiendo su venta a menores. Los vendedores de marihuana CBD, sin embargo, han aprendido cómo evadir este reglamento: no indican en ningún sitio que sus productos sean para fumárselos.

Argumentos a favor

Ambas fuentes políticas afirmaron en su tribuna que la legalización mejoraría la salud de los consumidores, citando al abogado Cànaves donde podrían establecerse controles sobre su calidad, de la misma manera que se hacen con los alimentos.

También supondría una importante fuente de ingresos, por lo que Más Madrid y Podemos abogan por la regularización, a sabiendas que es muy consumida en España pero no paga impuestos.

De gravarla con IVA y con un impuesto especial como el alcohol y el tabaco, «el Estado podría ingresar millones de euros anuales», defiende Cànaves.

Ambos también alegan que la prohibición no hace que el consumo disminuya, el cual no es legal, pero dicha hoja verde es muy procurada.

Al mismo tiempo reduciría el narcotráfico, por lo que con una plena regulación, sus usuarios se podrían ver integrados, no dando opciones o reduciendo drásticamente al mercado negro.


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