¿Cómo cultivo mi Mary Jane?

Hay que tener en cuenta muchos factores para llevar a cabo un buen cultivo, para mantener a “Mary Jane” a salvo y en buen estado. A continuación te damos los tips de ¿cómo hacerlo?

Lo primero que debes hacer, es seguir cada paso:

 1.- Plantar en lugares donde las plantas reciban luz directa: Si queremos tener una buena cosecha en exterior, es necesario que nuestras plantas reciban al menos 5 horas de luz directa, cuantas más horas de luz directa reciba la planta, mejor y más compacta será, ya que no necesitará estirarse para buscar la luz del sol.

2.- Utilizar un buen sustrato o tierra: El sustrato que utilizamos es fundamental para obtener una buena cosecha. Invertir en una tierra de calidad nos dará beneficio seguro y nos ahorrará algunos problemas que podrían surgir en el futuro, ya que un sustrato de mala calidad afectará el rendimiento de nuestro cultivo.

3.- No utilizar más fertilizante del necesario: La sobrefertilización puede conllevar futuros problemas. Los síntomas más comunes que indican que estamos abonando en exceso nuestras plantas son que las hojas adquieren forma de garras con las puntas hacia abajo o que se empiecen a quemar.

4.- Utilizar insecticida y pesticidas orgánicos y ecológicos: Recuerda que no es recomendable el uso de pesticidas e insecticidas químicos ya que, comúnmente, el cultivo del cannabis está dirigido a su consumo, sea cual sea la forma, y el uso de este tipo de insecticidas puede afectar al sabor y conllevar riesgos para la salud.

5.- Vigilar el PH del agua: El PH es una medida para determinar el nivel de acidez, del agua. Controlar y corregir el PH del agua permitirá que nuestras plantas asimilen el máximo de nutrientes. El PH del agua de nuestras plantas debería oscilar entre el 5.8 y 6.8 dependiendo de si se encuentran en fase de crecimiento o floración.

6.- Regar las veces necesarias: Al igual que el exceso de fertilizantes, el exceso de agua también puede conllevar problemas para las plantas como que las raíces se pudran debido al agua estancada. No hay que regar más de lo necesario.

7.- Utilizar lámparas adecuadas: No sirve cualquier luz para cultivar cannabis, así que, prestar especial atención al espectro y a la potencia de las lámparas y asegurarse de estar utilizando la adecuada puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.

8.-Impedir la filtración de luz:
Durante las 12 horas de oscuridad en la fase de floración en cultivo de interior. Si no nos aseguramos que durante las 12 horas de oscuridad no filtra ninguna luz del exterior, nuestras plantas no florecerán. La alternación entre horas de luz y horas de oscuridad es lo que le indica a las plantas que el periodo de crecimiento ha terminado y debe empezar a florecer. Si no garantizamos horas de oscuridad total, nuestra planta continuará con la fase de crecimiento y no florecerá.

9.- Controlar y eliminar los machos y hermafroditas: La presencia de machos o hermafroditas en nuestro cultivo podrían estropearlo si no los eliminamos a tiempo, ya que éstos polinizarían nuestras plantas hembra haciendo que produzcan semillas. Controlar las condiciones ambientales de nuestro cultivo para no generar estrés a las plantas evitará, entre otras, la presencia de hermafroditas en nuestro cultivo.

10.- No podar sin control: Podar o cortar las hojas de las plantas sin saber con qué objetivo se hace y cómo se debe hacer correctamente puede perjudicarla, ya que las hojas son reservas de nutrientes que las plantas pueden utilizar en caso de carencias.

11.- Cortar las plantas en su debido momento: Antes de cosechar debemos asegurarnos de que es el momento adecuado, para ello, el método más fiable es observar si los tricomas de la planta están en su punto óptimo de maduración, para ello será necesario una lupa. También podemos guiarnos por el color de los pistilos (cuando se ponen naranja oscuro o marrón) y por las referencias del banco de semillas. Sin embargo, para asegurarnos de que cosechamos en el momento idóneo, se deben observar los tricomas.

12.- Secar y curar adecuadamente: Aunque todo el mundo alguna vez se ha fumado su cosecha antes de tiempo, si queremos disfrutar al 100% de ella, es vital que sequemos y curemos nuestras flores adecuadamente. En primer lugar debemos secar los cogollos en un lugar fresco, seco, oscuro y con un poco de ventilación (pero sin corrientes de aire) durante 15-20 días. Cuando las ramas crujan sin llegar a romperse, debemos poner los cogollos a curar en botes herméticos o cajas de madera. Durante el proceso de curado debemos abrir y cerrar nuestros botes todos los días durante 15-20 días aproximadamente, aunque el proceso de curado puede durar mucho más tiempo.

Esperamos que estos consejos te hayan servido de mucha ayuda y de esta manera mantener a “Mary Jane” como es debido, como una “Reina”.

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